Por Jesús Guillermo Rodríguez Enciso
Segunda Parte
Es para mi familia y por que no para Nocaima, un orgullo que después de más de 50 años de existencia de la fábrica de trapiches, “El Panelero”, aun continúe produciendo molinos.
Desde un comienzo, como lo anotábamos en la entrega anterior, fue mi padre, JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ, el motor impulsor que con sus conocimientos técnicos y su laboriosidad, creó esta industria metalmecánica, que hoy es reconocida en Colombia y en otros países.
Entre los años cincuenta y sesenta se inició como un taller artesanal, en donde se empezó a producir cada mes el único modelo, el “RODRÍGUEZ NOCAIMA”, similar al hoy conocido como modelo R-5. El primer molino fue adquirido por el señor Rodríguez de la vereda Lomalarga de Nocaima. El buen resultado en el rendimiento y la consistencia de los molinos, exigió la ampliación en el número de trabajadores, y la adquisición de herramientas apropiadas para producir mayor número de molinos y así cumplir con los pedidos inicialmente de muchos dueños de fincas del municipio. Recuerdo a personas que fueron parte de la nómina de operarios en esa época como, Gil Mariano Triana, Ángel María Laverde y otros.
Don José Antonio, viendo la necesidad de ofrecer a los cultivadores de caña, molinos que se adaptaran a sus posibilidades, se dedicó a la tarea de crear nuevos modelos de trapiches. Se pudo ofrecer entonces un modelo más pequeño bautizado como R-4, apto para propietarios de fincas pequeñas. Más tarde se diseñó y fabricó el modelo R-8, más grande que el primero, para finqueros con mayor área de caña cultivada. Lo anterior obligó a ensanchar la fábrica, y en el año 1963 se trasladó al sitio donde hoy está establecida. Hubo que reforzar la nómina del personal con técnicos del municipio de Pacho, expertos en trapichería como Milciades Cortés , Roberto Jula, y Miguel Cárdenas. Aún permanece vinculado a Metalagro Miguelito Cárdenas, un pachuno muy conocido por los nocaimeros. Muchos jefes de familia de esta tierra, han tenido que ver con la fábrica, pues fueron y seguirán siendo la fuerza laboral que mueve esta industria. A partir de agosto de 1982, la empresa tomó vida jurídica y se llama entonces METALAGRO LTDA.
Para esta época ya se habían diseñado otros modelos de trapiches, cuya demanda estaba centrada en los departamentos de Santander y Nariño, regiones con mayor producción de panela, y los modelos R-14 y R -20, molinos de alta producción se adaptaban a sus necesidades.
Metalagro Ltda., consciente de que debía diversificar la producción, inició el diseño de modelos modernos de nuevas máquinas y de doble propósito, es decir, máquinas que pican forrajes picadoras y muelen granos secos, útiles para la estabulación de ganados, y capaces de preparar concentrados en la propia finca. Se hizo necesario entonces, crear otra empresa que se dedicara a la fabricación de esta línea, y dando paso a METALCAMPO LTDA. empresa establecida en Bogotá, que surte de picapastos con seis modelos diferentes a varias ciudades del país, y su aceptación ha sido excelente, gracias a su calidad.
Hoy después de 50 años de existencia, nuestra empresa continúa produciendo, trapiches para la producción panelera, gracias en primer lugar a su creador, mi padre José A. Rodríguez, a mis hermanos, y a muchas personas nocaimeras que hoy continúan forjando una parte de la historia de nuestra querida Nocaima.
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